jueves, 7 de febrero de 2013

Especial de "El efecto 'Shore' de MTV"

¿Quién no ha oído hace poco frases como: "Me voy a Jersey Shore, tía" o la más reciente, "¡Vámonos a Gandía Shore!"? Todos hemos oído hablar del efecto 'Shore', ya sea para criticarlo, reírte o simplemente de casualidad.

El efecto 'Shore' empezó con la pionera versión americana, Jersey Shore, en la que ocho jóvenes estadounidenses de origen italiano (regla que no todos comparten) convivirían para vivir el mejor verano de sus vidas.

La pregunta es: ¿Por qué tanto éxito? ¿Realmente refleja la imagen de la juventud actual?

La respuesta es tan simple como que no muestra una imagen fiel de la sociedad juvenil, pero si que muestra una parte de ello, la "realidad" con la que viven hacen que sus seguidores puedan llegarse a sentirse identificados con muchas de las situaciones vistas en la pantalla, pero la incógnita sigue siendo la misma. Pese a ser muy criticado por la sociedad, el efecto 'Shore' hace que la gente tenga morbo por ver como desarrollan estos concursantes sus vidas, aunque sepan que no son un buen ejemplo ni mucho menos, pero su personalidad extravagante y su espontaneidad como en Snooki hacen que se convierta inclusive, en ejemplos a seguir, y eso influye negativamente en la sociedad.

Después del aplastante éxito de Jersey Shore, llegó la versión británica, Geordie Shore, una versión totalmente abrupta y muy vulgar, dejando en entredicho la educación y sacando a relucir la bastez y la vulgaridad a más no poder. Pese a eso, tuvo una gran acogida por parte del público, lo que nos hace cuestionarnos... ¿El público se ve reflejado en estos jóvenes, y si es así, donde quedaron los valores? Aunque hay que aclarar que la versión británica es muchísimo más vulgar que la versión estadounidense e inclusive que la española, siendo muy explícita en su contenido, llegando a caer en lo semi-pornográfico y con detalles muy prescindibles.



Después de estos antecedentes, no es de extrañar que la llegada a España de Gandía Shore fuera un rotundo éxito y que alcanzara grandes cuotas de pantalla. Pero investigando el efecto que ha tenido podemos dividir a sus espectadores en tres grupos: el primer grupo, más numeroso, son los 'canis' y 'chonis' que ven en estos concursantes un ejemplo y un reflejo de su propia vida, el segundo, busca en las imágenes recordar ese viaje a Gandía, destino para jóvenes en busca de fiesta y vacaciones, y en tercero, porque les entretiene y les hace gracia. En cualquiera de los tres casos, el efecto 'Shore' ha hecho que en la sociedad actual empiece a tambalearse que es lo que es correcto y que no es correcto.


En los tres programas hemos visto como los concursantes se pegan, discuten, lloran, se ríen, se emborrachan, mantienen relaciones sexuales, pero donde esta el límite de su intimidad. ¿Realmente es bueno que se llegué a conocer todas estas situaciones? O por el contrario, ¿debería haber un "stop" en el que se mostrara una realidad tan cercana como la vivida por los 'Shores' pero sin tanto teatro y detalle?

La gran pregunta es: ¿Hasta que punto la sociedad podrá ser capaz de alimentar este tipo de programas? ¿Por culpa de estos "ejemplos" a seguir, la sociedad empezará a crear valores completamente erróneos?

La respuesta la tiene cada uno, pero como puede comprobarse en muchos lugares, cada vez son más tetes y tetas, y la pregunta es hasta dónde llegará el efecto 'Shore'.


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