Lo más llamativo de este film es la historia que nos quiere narrar, lo que hay detrás, la vida de una aristócrata negra, fruto de una relación entre una esclava, María Belle, y el capitán John Lindsay. Además de los estigmas sociales del siglo XVIII por la raza también debía afrontar su posición de hija ilegítima de un oficial.
El problema principal que tiene "Belle" es que abarca un sinfín de tramas pero no termina de encajar totalmente todas, por lo tanto nos entrega un puzzle desordenado en el cual las piezas encajan de mala forma pero no de forma tan mala como para ser una mala película, por lo que está en el limbo de ser una película interesante pero no de gran calidad.
La interpretación de Gugu Mbatha-Raw podría haber dado más de sí. Correcta pero no una gran actuación, incluso en algunas escenas le falta una profundización de los matices de su personaje y el abanico de sentimientos que únicamente son posibles a través de la expresión corporal y el lenguaje no verbal del que carece Mbatha-Raw en algunas de las escenas en las que es necesaria. Pudo ser pero no lo fue.
Tom Wilkinson, a diferencia de Mbatha-Raw, si consigue dar una buena actuación. No únicamente transmite a través de los diálogos contundentes sino que consigue hablar con las miradas, los gestos, además de cumplir con los cánones de la época. Un gran acierto la elección de Wilkinson para le papel del conde de Mansfield. Consigue una brillante realización y plasma a la perfección la mentalidad del tiempo.

Destacar a Sarah Gadon y su papel como la prima de Belle, también consigue transmitir esa juventud y anhelo de rectitud necesaria para este tipo de papeles. Comedida, correcta y su actuación es bastante creíble.